No estamos solos

“Digo; pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que esta entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros .” Romanos 12:3-5

 

Michael Jackson lanzó en 1995 el tema “You are not alone” (No estás solo), una balada que todos recordamos como una de las mejores de su carrera, y que sirvió como respuesta a los duros momentos que estaba atravesando el artista americano por las acusaciones que le tachaban de pederasta en aquella época. Por otro lado, desde mediados del siglo XX, hasta poco después de haber entrado en el XXI, otra frase nos incitaba a creer en la vida extraterrestre, la frase “No estamos solos en el universo” sirvió para que surgiera un movimiento de creyentes, impulsados culturalmente por los misterios de series de televisión y películas como “V”, “Star Trek”, “Starman” o “Expediente X”. Aparte de todo lo mencionado anteriormente, se me vienen a la mente multitud de películas en la que el protagonista parece tener todo en su contra y aparecen otros personajes que le apoyan diciendo “No estás solo”. Y también, una frase muy recurrida a favor de alguien que lo está pasando mal es precisamente ese “No estás solo/a”. Cuando un niño, en mitad de la noche tiene miedo, acude a sus padres para buscar protección, cuando una persona se pierde en mitad de un bosque, lo primero es buscar a alguien que le ayude. La cuestión es que todos hemos sido creados para estar en compañía. No podemos estar solos… y tampoco lo estamos. Por supuesto no voy a hablar de vida alienígena, sino de los “demás”.

Esta sociedad se ha vuelto muy egocéntrica, lo dije el domingo pasado, busca el individualismo a toda costa, además se ha promovido mucho la competencia, el ser mejor que los demás, el ser el más … rápido, fuerte, inteligente, astuto, rico, alto, guapo, elegante, culto, etc, y también el ser único y especial… ¡Ojo! No malinterpretes: Dios te hizo único y especial, pero no eres el más… ¡único y especial! ¡No estás solo! Hay más gente ahí que son únicos y especiales, y juntos formamos una comunidad.

El pensamiento de competitividad se ha trasladado e instalado en las iglesias. Creo que podemos superar (con dificultades, eso sí) lo de formar una piña como iglesia local, con nuestras costumbres y nuestras peculiaridades, pero con una semejanza en el pensamiento que nos puede llevar a creer que esta iglesia, es la que dice la verdad, y ahí fuera hay que tener cuidado con la doctrina de las demás iglesias, sea que se llamen bautistas, pentecostales, o de asamblea de hermanos, es en mi iglesia local, donde reside la verdad de la palabra de Dios, de fuera no me fío. Pero no te engañes, ese pensamiento está lejos, muy lejos del plan de Dios para su iglesia. Afortunadamente, cuando estemos disfrutando de su presencia en el cielo, veremos muchos, muchísimos más hermanos además de los que compartimos en la tierra, local y cultos dominicales; veremos una gran familia en la fe, con mucha variedad de personalidades, con distintas formas de adorar y de expresarse ante el Señor. Nos sorprenderemos de lo que podremos llegar a ver. Y es que nuestra iglesia local no es una isla inaccesible y exclusivista; es una pieza más, única y especial, de ese gran puzzle de múltiples colores que conforma el Reino de Dios.

Si hay una denominación que expresa una personalidad única, pero a la vez variada, esa son los bautistas. No hay dos iglesias bautistas iguales, sin embargo nos necesitamos las unas de las otras y nos apoyamos en oración, en formación espiritual, en dones, etc… de ahí la importancia de la labor de organismos como la UEBE (Unión Evangélica Bautista de España), la CBM (Comunidad Bautista de Madrid) o la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España), que nos recuerdan que tenemos el respaldo de miles de hermanos, y que realmente podemos asomar la cabeza, mirar alrededor nuestra y ver que realmente ¡No estamos solos!

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