“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:17-21
Normalmente a todos nos gusta que las cosas sean lógicas y justas pero no siempre es así. Es decir: Hay veces que hacemos un bien y recibimos un bien; hay vences que hacemos un bien y recibimos un mal; hay veces que hacemos un mal y recibimos un bien; y hay veces que hacemos un mal y recibimos otro mal.
La verdad es que es muy fácil y muy bonito hacer un bien a aquella persona que me ha hecho un bien pero… ¿Y hacer un bien a aquella persona que me ha hecho un mal? Yo personalmente creo que el mandamiento que nos da Jesús, nuestro Señor, es el más dificil de poder vivirlo, pues él nos dice en Mateo 5:44 “Bendecid a los que os maldicen, hacen bien a los que os aborrecen. Porque si amási a los que os aman ¿Qué recompensan tendréis? ¿No hacen lo mismo los publicanos?”
El hacer un bien a un familiar, a un amigo, a alguien que se lo merece no requiere un gran esfuerzo; pero hacer bien a la persona que no nos ama depende de nuestra voluntad, de nuestra decisión, de nuestro esfuerzo ¡Es dificil, sí, pero no imposible! Si fuera imposible, el Señor no nos lo hubiera mandado.
¿Qué pasa si devolvemos bien por mal?
A- Seremos beneficiados y agradaremos a nuestro Señor: 1ª Pedro 2:20 “En cambio, si sufrís por hacer el bien, eso merece la aprobación de Dios”.
Cuando nos ofenden por cualquier causa y nosotros pagamos con la misma moneda llevando toda la razón recibiremos los aplausos de los hombres, pero no los aplausos del Señor. Si lo que hacemos es sufrir la injusticia con paciencia seremos beneficiados teniendo la paz del Señor en nuestros corazones.
B- También producirá en el ofensor un arrepentimiento (aunque no siempre) “Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”
¿Quiere decir esto que nuestro enemigo tendrá un castigo y que sufrirá toda su vida lo que se merece? No, lo que esta diciendo el apóstol es que cuando el enemigo recibe lo bueno en vez de lo malo, lo que pasa es que se lleva tal sorpresa sintiéndose avergonzado que no lo puede soportar, y eso hace que cambie su actitud completamente.
Todos los comentaristas estan de acuerdo en que las ascuas de fuego significa ardientes punzadas de vergüenza y contricción. Un acción amistosa, una acción de misericordia tan inesperada le producirá un efecto sanamente doloroso que lo llevará al arrepentimiento y la reconciliación. ¡Este es el mejor método (no el mejor sino el único ) para convertit los enemigos en amigos!
Hermanos, como cristianos, si devolvemos bien por mal seremos vencedores, pues el mal no puede conquistar el mal.